viernes, 24 de febrero de 2012

QUÉ NO ES LA PSICOLOGÍA...

Antes de saber qué es la psicología -en general- tendríamos que preguntarnos lo que NO ES.

A saber, luego de tener como 20 años en contacto con ella- la psicología:

-No es psicoanálisis: es decir, no intenta descubrir el intrincado fenómeno de lo inconsciente. A los psicólogos les puede interesar todo lo investigado por Freud, incluso todo lo desarrollado por los seguidores de este autor (como lo escrito por Lacan, Dolto, Klein, y otros); pero los psicólogos no suelen ir al fondo de estos procesos. Sí les interesa de alguna forma verificar el efecto de esos fenómenos en la vida de las personas a las que tratan. Pero sólo unos cuantos se convierten en psicoanalistas. Esto (el psicoanálisis) se tiene entendido que es una forma distinta de abordar los fenómenos humanos, es una disciplina un tanto distinta a la psicología.

-No es magia, ni cosa de gurús. Por más que a algunos psicólogos les cueste trabajo (durante mis estudios tuve una maestra que decía creer más en los horóscopos que en la psicología -milagrito ese de los horóscopos que por cierto nunca he tomado en serio) la psicología se ha empeñado regularmente en dar saltos de calidad en el estudio del comportamiento; ello lo ha logrado relativamente bien al desarrollar estudios de laboratorio o de campo (eso la incia como ciencia en 1879 en Alemania) sobre diversos fenómenos tanto mentales como del comportamiento concreto. Los psicólogos tratan de obtener evidencias contundentes acerca del conocimiento que manejan, esto los diferencia de los filósofos y de los chamanes.

No es religión. La psicología se interesa en la religión. Sin duda muchos psicólogos son muy religiosos; tambiém -sin duda- muchos psicólgos son ateos (o cursar la carrera los vuelve ateos) Esta contradicción nos hace ver de forma evidente que la psicología tiene un interés pero -debe tener- también una distancia con respecto a la religión. Esto se debe a que la psicología evita ver la realidad con cariz ideológicos, que pueden venir de cosas como la misma religión, o como la política. En cambio la psicología actual se interesa en fenómenos espirituales (que no espirituosos) como lo es el enfrentamiento de la muerte, o el fenómeno de la fe y su relación con el equilibrio mental, sin destacar mucho el orden institucional (eclesiástico o de culto) que también está ligado a las religiones.

No es broma. Y con esto habría que tener mucho cuidado. Desafortunadamente en los últimos años del siglo XX y estos primeros años del XXI, cursar la Carrera de Psicología se volvió una moda. Algo así como "traer el peinado más actual". El caso es que entraron a esta carrera muchas personas que al cabo de 4 o 5 años (algunos en 2 ó 3 ¡¡¡) se convitieron en "psicólogos"; sin un entrenamiento verdaderamente adecuado; sin una actitud autocrítica ante sus propios procesos comportamentales, mentales y éticos, y -aún peor- sin un sentido de responsabilidad acerca de la persona humana (es decir, los otros seres humanos) Esto volvió a la carrera un poco ambigua en cuanto al perfil que se buscaba en los egresados. Si a ello se agrega que está dividida en un buen número de corrientes, entonces el manejo individual de quienes la estudian puede ser muy caprichoso. Los psicólogos que han pensado que una carrera como esta es sólo para pasar el rato, para manipular a los demás, o para "darle la vuelta al psiquiatra" (¡¡¡) suelen ser las personas más equivocadas con respecto a la carrera. Lo malo es que egresan de ella y andan por ahí perjudicando gente. La peor experiencia personal que tuve respecto a este fenómeno se dio en una universidad en la que di clases (cuyo nombre me reservo) en la cual los jóvenes estudiantes se definían ellos mismos como la "generación ñera" de la psicología; daban pena ajena al estudiar el comportamiento teniendo ellos mismos actitudes de chavitos de secundaria...

No es conductismo solamente. Es decir, la psicología -por lo menos la actual, la de estos años (aunque habría que decir para algunos mal informados que tiene décadas siendo así)- no es el estudio de la conducta observable meramente. El famosos paradigma Estimulo-Respuesta (E-R) lleva ya demasiado tiempo rebasado por el interés de esta disciplina en otros modelos de comprensión del comportamiento tanto animal como humano. Aunque este modelo dio buena cosecha en leyes del aprend¡zaje y en programas de modificiación de la conducta, algunas de sus debilidades permitieron la introducción de otras formas de abordar ciertos fenómenos, por ejemplo los mentales, a los cuales no renunció la psicología cognitiva, cuyo arranque comenzó en los años 50.

No es una profesión simple. Los psicólogos sabemos bromear sobre nosotros mismos; e incluso sobre cosas que a muchos los pone serios. Sin embargo estamos aún a la saga en la comprensión social de lo que hacemos. Esto es, la mayoría de la personas piensan que una terapia (por ejemplo) consiste "sólo en platicar" Esto es cierto, pero sólo aparentemente. En realidad la forma de escuchar y la forma de hablar son algo muy distinto en la psicología si es que se le compara con otras profesiones. El psicólogo (o psicóloga) no te va a escuchar como lo hace la comadrita o la amiga... y tampoco te va a contestar como lo hacen ellas (o tus amigos) la forma de hablar y de escuchar por parte de los psicólogos ES INFORMADA. Esto significa que los psicólogos son cuidadosos con lo que escuchan (es confidencial) y con lo que dicen (saben que las palabras afectan de forma muy específica a la personalidad) Esto implica incluso el hecho que que cobren. Los psicólogos cobran por escuchar bien (y en esto cabe toda su formación) pero también por decir bien (es decir, por hacer un trabajo de reelaboración adecuado -junto con la persona- de ciertas realidades) Hacer esto no es fácil. Las personas que comprenden esto cuando acuden o se relacionan con l@s psicolog@s suelen lograr los cambios que buscan (o las metas que persiguen) Pero en general, como un obstáculo cultural, a los psicólogos en México se les ve como profesionistas accesorios (poco indispensables) cuando en realidad su potencialidad para lograr cambios (no sólo en individuos sino en grupos o comunidades completas) es enorme. Saludos.

FJCB.

viernes, 17 de febrero de 2012

EL ETERNO RETORNO DE LA CATARSIS.

Suele ocurrir de la misma manera todas las veces: el terapeuta espera después del silencio pesado... el paciente hace muecas, o carraspea con la garganta ya casi anulada; la emoción está ahí, encriptada todavía. Entonces el silencio aumenta, se hace intenso. Ambos resisten algo desconocido, algo que no había sucedido anteriormente. Sigue algún comentario trivial, quizás insipido. Ahi es donde el terapeuta insiste, abre la puerta a un momento que no ha quedado bien definido, que se estrella con muchas cosas dichas y escuchadas durante el trayecto de la terapia. La resistencia se rompe de pronto, y aflora el recuerdo desconocido, o la imagen reprimida, o el evento que dolió, que lastimó, que laceró la mente o las emociones... Ese momento que se quedó ahí, en algún lugar, dañando, deteniendo el tiempo, encapsulando al destino, a la vida... el paciente tiembla, llora, primero de a poco, luego completamente; separado ya de ese tono supuestamente racional que a veces predomina en la terapia, en las explicaciones, en las máscaras. El paciente no sabe por qué ese llanto lo sana, lo conmueve de una manera distinta a cualquier otra. El terapeuta a veces ni siquiera emite palabra alguna, acompaña, guarda un silencioso respeto, se autoanula a sí mismo sin desaparecer, no en el sentido de la abnegación, sino en el sentido de la integración con el otro. Cuando poco a poco este momento pasa ambos han transitado una frontera final: la frontera donde el síntoma se escondía, la frontera donde el trauma, la obsesión, la fobia, la tristeza o la rabia afilaban sus cuchillos. Es también la frontera del eterno retorno; la catarsis termina ahi, pero sigue la repetición de otras mútiples cosas ligadas al problema, éstas son residuos que quedarán inconclusos, que determinarán lo mucho o poco que se logre "superar" lo que llevó a la persona a buscar ayuda.
El eterno retorno de la catarsis será un recuerdo, que se desvanecerá tardíamente en los sueños del futuro, en la vida ya añosa del paciente, que aún recordará que sufrió. Pero el gesto desdibujado del terapeuta apenas estará en su memoria; lo mismo que el trauma.
Y la terapia habrá tenido éxito una vez más, en esa postura de trabajo, con esos conceptos terapéuticos, bajo ese "enfoque" clínico. Lo mismo sucedía antes, sucederá después, es el ciclo de las demoliciones, del reencuentro con el sentido. La terapia psicológica tiene valor por ese reencuentro que el otro realiza consigo mismo.

viernes, 10 de febrero de 2012

TÚ EN MÍ.

En mi mirada tu mirada,
en mi voz tu murmullo,
en mi silencio tu revelación;

y no hay nada sólido sino tu tacto eléctrico,
a la vez cálido y frío,
sudoroso y tímido,
que se vacía en mis manos que te buscan.

En mi quietud tu luz,
en mi oscuridad tus lámparas,
tus tibios labios haciéndome la noche.

Yo en ti, tú en mí,
serenando las furias con que funciona la vida,
acariciando el límite de las cosas que están más allá,
y que no pueden expresarse...

Noé Treba (feb. 2011)