martes, 1 de junio de 2010

SER EL OTRO.

Mis otros yoes salen frecuentemente a la calle. Merodean alrededor de mí pidiendo algo... Se ofuscan porque no les hago caso... Saltan una tapia y roban un durazno (el de alguna chica) Se pasan del otro lado de la calle y me dicen "ya sé que sos piantao"; dicen, callan, hacen, omiten, (son discretos) Se solazan en recordarme cuánto amé... me reclaman a gritos cuánto amo. Se divierten, pero me divierten cuando observan todas las máscaras que los demás me muestran. Me dice mi yo ultrarayos x (por ejemplo): "mira... este que está frente a ti oculta toda su miseria y su miedo detrás de ese uniforme".. o "mira: esta que está frente a ti no ha sabido cómo aprender a soñar despierta sin que se la decubra". Así... van a mi lado... como al lado de cualquier otro o de cualquiera otra, mis yoes... Los hay de muchos tipos. Sin duda el que más me retrata es el poeta, el que más mordáz es. Luego viene el psícólogo (con "P" porque a mí no me gustan mucho los hongos), que no cree en casi nada y apenas sí considera al yo... y sin embargo lo tiene como elemento sustancial de sus teoremas.
A veces monta en cólera el yo sustantivamente incontrolado.. que ha de ser el producto de muchas situaciones de estrés y frustración. Es el que más risa me da... Es una calamidad que no aprenda a tener calma (¡siendo la vida tan tranquila, a pesar de todo¡) Y está ahi el otro yo, uno que el lúcido, cree en lo perenne, en la inmortalidad... el que cree que sólo estamos como cinco minutos vivos y tardamos tres en darnos cuenta de lo mal que los aprovechamos... Ups éste es el que mejor me cae... sin duda... es uno que a todas parte me trae con una sonrisa que no tiene ningún significado... a los otros a veces los veo... pero suelen estar permanentemente guardados en un cajón...