jueves, 24 de mayo de 2012

SI TE QUISIERA AMAR

Si por casualidad yo te quisiera amar tendría que buscar el pergamino en que soñé tu nombre. Tendría que rememorar dónde quedó el espantapájaros que fui cuando abandoné las tierras en que sembraron mi imaginación. Si por casualidad yo pudiera quererte, miles de ocurrencias tendrían que visitarme para llenar tus manos de diamantes, para llenar tu cuerpo de incertidumbres, para cubrir tu cuerpo bajo mi esqueleto grisáceo.
Si por casualidad tu cuerpo fuera mío, entonces -sólo entonces- tendría que volverme un dragón y ser lo mismo que una sombra, lo mismo que un sombrero, lo mismo que una tumba.
Pero no puedo sino soñar con tus ojos y conformarme con oír sigiloso tu voz a través del aire, a través de las nubes y a través de la rendija de mi desnudez. Y yo que soy un inconforme no sé cómo acudir al instante en que tus pies se convierten en golondrinas; no sé cómo llegar a tu garganta cuando se llena de canciones; no sé cómo convertirme en rayo cuando te hayas desabrigada en medio de una tormenta para estremecerte.
Si por casualidad tú fueras mi doncella, tú fueras mi princesa, tú fueras mi luz, ¿cómo podría negarme a sentir la tibia temperatura de las yemas de tus dedos? ¿cómo podría negarme a dejar de ver atardeceres para ver tu silueta moviéndose entre la muchedumbre? ¿cómo podría yo negar mi nombre para poner el tuyo en una vitrina ? Fíjate cómo mi alma ennegrecida no tiene manera de pensar en otro tema que no sea tus manos cálidas. Fíjate cómo la penumbra en que me he convertido depende de ti y del movimiento de tu cintura invisible y cadenciosa. Si te tuviera sólo un instante en la palma de mi mano, todos los reflejos de las estrellas se crisparían en mi memoria bohemia, y me credo se caería del librero para quemarse por una eternidad.
Si por casualidad yo pudiera dejar de desearte, de necesitarte, de volverme lluvia para mojar hasta tu sombra ¿no sería indefendible mi ser? ¿no estaría perennemente torturado por la idea de lo que nunca fue aunque pudo serlo?
Si por casualidad yo pudiera enloquecer por ti, simplemente escribiría todo lo que acabas de leer, y después me quedaría callado... mudo.


Escrito en noviembre de 2006. Recuperado en mayo de 2012.
"Casualmente" la vida me devuelve algún escrito en el momento que lo necesito más; en el momento que puede expresar lo que siento violentamente, salud ¡